¿Qué es ProCiviCo?
Un proyecto de investigación/intervención dirigido a estudiantes y docentes que busca, desde la escuela, fomentar en adolescentes habilidades para el ejercicio de una ciudadanía activa y promotora de cohesión social.
Es la conjunción de tres palabras: comportamientos prosociales, participación ciudadana y cohesión social. Una ecuación que sostiene la posibilidad del desarrollo de interacciones afectivas por el otro en sociedad.
¿Qué buscamos?
Identificar características y perfiles de participación cívica y prosocial de los estudiantes que llevan a la cohesión en el aula, para a partir de ellos planificar, una intervención específica a cada contexto.
Orientar al colegio en la formación de habilidades prosociales, la participación cívica y los mecanismos que ayudan a la cohesión social en un contexto de desigualdad.
Favorecer la inserción de los objetivos de formación prosocial y cívica en el currículo del contexto escolar.
¿Cómo trabajamos?
Busca comprender los factores que influyen en la formación de comportamientos prosociales y la participación cívica en estudiantes; e identificar los perfiles de estudiantes en términos de su capacidad para participar activamente en la sociedad y generar cohesión social. La investigación explora los determinantes individuales y contextuales de estos comportamientos, tales como la empatía, las redes de apoyo social, las percepciones de justicia, y las influencias familiares y escolares.
Se centra en la aplicación de diseños, con un proceso que incluye la planificación y ejecución de actividades y estrategias pedagógicas orientadas a fomentar habilidades prosociales, la participación cívica y la cohesión social dentro del aula y la comunidad escolar. Incluyen talleres participativos, dinámicas grupales, y el desarrollo de proyectos colaborativos que estimulan el respeto por la diversidad, la solidaridad y el compromiso cívico.
Incluye la creación de alianzas con instituciones educativas, gobiernos locales y otras organizaciones de la sociedad civil. La incidencia implica también la difusión de buenas prácticas y la generación de espacios de diálogo entre distintos actores sociales sobre la importancia de la formación prosocial en los adolescentes, con el objetivo de hacerla sostenible en el tiempo.